Didáctica y metodología: la actividad infantil
El niño de la etapa de Educación Infantil “aprende haciendo”. Necesita observar, manipular y experimentar para descubrir. Todas las actividades que realiza el niño a lo largo de la jornada escolar son potencialmente educativas.
Los métodos de trabajo se basan en las experiencias, en las actividades y en el juego, y se aplican en un ambiente de bienestar, seguridad, afectivo y estimulante, para potenciar su autoestima e interacción con los demás.
El profesor deberá crear un ambiente estimulante, que invite a explorar y a manipular objetos, a investigar, a descubrir la relación causa- efecto. Es importante que el niño realice las distintas acciones de forma autónoma, que tome sus propias decisiones, que observe las consecuencias de sus acciones. También tendrá que aprender a ir ajustando su comportamiento a cada situación. Poco a poco aprenderá a compartir sus descubrimientos con los demás, a investigar junto a ellos y a tomar decisiones entre todos.
El niño tiene que sentirse feliz, cómodo, seguro y querido en el colegio. Sintiéndose querido y capaz, aumentará la confianza en sí mismo, y la iniciativa y autonomía para realizar acciones.
La actitud de los educadores es determinante para el niño. Deberá siempre contribuir a crearle seguridad y confianza. Será una actitud abierta, afectiva y cariñosa. En este ambiente, el niño podrá crecer afectiva y emocionalmente.
Desarrollo y aprendizaje son dos procesos relacionados; a medida que aprende, el niño va desarrollando todas sus capacidades, y el desarrollo de éstas le permiten ampliar sus aprendizajes.